jueves, 17 de julio de 2014

¿A qué huelen las tías?

He pasado unos días fuera, han sido días de vacaciones, en la playa, pero han sido muy tristes, he tenido que guardar mi tristeza para que mi hijo no la notara demasiado. He perdido a mi tía, la que iluminó mi infancia, la que me dibujó las vacaciones, la que vistió de fiesta mis fines de semana cuando iba a visitarnos. Es muy duro entender que ya no la volveré a ver, que no oiré más su voz y que no percibiré más su olor, ese olor que tengo guardado en un lugar especial y que no he dejado de reproducir desde que recibí ese mensaje devastador.
He estado pensándolo y he llegado a la conclusión de que mi tía Valle olía a aceite de jojoba y ginseng y creo que sé a que huelen todas mis tías, la tía Teresa olía a una crema para el pelo de wella, la tía Nivaria a germen de trigo y jalea real, la tía Maritza a aceite de almendras, la tía Leya a mango y mi Nere a suspiros y ponche crema.
Todas esas fragancias son recuerdos de mi infancia, recuerdos de momentos felices, momentos que sólo las tías son capaces de producir, todos los niños deberían tener al menos una tía, no importa que no sea de sangre, hay tías postizas que pueden hacer el mismo efecto. Momentos tan especiales como cuando íbamos al aeropuerto a buscar a mi tía Valle, como esos paseos por la playa recogiendo conchas o como cuando me llevó al cine a ver "la historia sin fin". 
En momentos como este es cuando lamento la distancia, me duele no haber estado a su lado, pero pienso en todos los momentos que vivimos juntas y en su olor a jojoba y eso me hace sentir mejor.

jueves, 3 de julio de 2014

Generación "sin"


Yo pertenezco a una generación que ha optado por una gran cantidad de productos "sin" por moda: sin azúcar, sin alcohol (esto no está mal), sin cafeína, sin grasas saturadas, sin sal, sin carne, sin carbohidratos, etc.... Y me pregunto, ¿no nos estaremos pasando? Hace 50 años nadie tomaba descafeinado con edulcorante y con leche desnatada, te tomabas el cafecito con leche y punto, la lechuga venía con tierra (si, se cultiva pegada al suelo), la leche era fresca, estaba en las neveras y en envases de vidrio.
Ahora todo lo consumimos en envases de plástico o en los resultones tetra bricks, ¿no estará todo esto colaborando en la creación de una nueva generación "sin" por necesidad?. Cada vez que veo las estadísticas de niños con alergias e intolerancias alimentarias de mi distrito, me entra el miedo en el cuerpo. Constantemente en la tienda nos encargan tartas sin gluten, sin huevo, sin leche, sin soja, sin frutos secos e incluso sin azúcar, para niños. ¿Hasta que punto somos nosotras las responsables de las alergias de nuestros hijos? Cada día comemos peor, todo está procesado, todo viene en envases de plástico, estamos haciendo las cosas mal y no nos damos cuenta, el aire que respiramos está tan contaminado que no se cómo ese porcentaje no es mayor, veo mujeres embarazadas fumando, madres o padres empujando el carrito de su bebe con el cigarrillo entre los dedos y esto me horroriza. ¿Por qué hacemos las cosas mal sabiéndolo? Y hoy solo hablamos de alergias e intolerancias, pero es que la situación puede ser mucho peor si seguimos así. Hace unas semanas leí un post que hablaba de un estudio que relacionaba las alergias e intolerancias con los partos por cesárea, la verdad es que no era muy científico, la muestra era pequeña y faltaban datos, pero el planteamiento no me pareció del todo descabellado, decía que el bebé se inmuniza en el canal de parto, con las propias bacterias de la madre y al salir por cesárea las primeras bacterias con las entraba en contacto el bebé, eran las del aire del hospital y eso me lleva a mi punto inicial, la alimentación de las madres, si nos alimentamos mal, esa flora bacteriana no será la apropiada para inmunizar a nuestros hijos, a esto súmale el tabaco y la contaminación ambiental. Que mi hijo respire el aire del entorno hospitalario es casi lo que menos me preocupa, se supone que debe ser un entorno estéril, pero ¿qué hacemos con el familiar fumador que viene a ver a nuestro pequeño recién nacido por parto natural o por cesárea? ¿Qué hacemos con los agentes químicos y la contaminación ambiental a los que estamos expuestos desde que nacemos? Está claro que no podemos controlar lo que haga el resto del mundo, pero podemos empezar por casa, si cada uno se encarga de su parcelita de planeta que le corresponde, al final conseguiremos un lugar mejor para vivir.