Ahora todo lo consumimos en envases de plástico o en los resultones tetra bricks, ¿no estará todo esto colaborando en la creación de una nueva generación "sin" por necesidad?. Cada vez que veo las estadísticas de niños con alergias e intolerancias alimentarias de mi distrito, me entra el miedo en el cuerpo. Constantemente en la tienda nos encargan tartas sin gluten, sin huevo, sin leche, sin soja, sin frutos secos e incluso sin azúcar, para niños. ¿Hasta que punto somos nosotras las responsables de las alergias de nuestros hijos? Cada día comemos peor, todo está procesado, todo viene en envases de plástico, estamos haciendo las cosas mal y no nos damos cuenta, el aire que respiramos está tan contaminado que no se cómo ese porcentaje no es mayor, veo mujeres embarazadas fumando, madres o padres empujando el carrito de su bebe con el cigarrillo entre los dedos y esto me horroriza. ¿Por qué hacemos las cosas mal sabiéndolo? Y hoy solo hablamos de alergias e intolerancias, pero es que la situación puede ser mucho peor si seguimos así. Hace unas semanas leí un post que hablaba de un estudio que relacionaba las alergias e intolerancias con los partos por cesárea, la verdad es que no era muy científico, la muestra era pequeña y faltaban datos, pero el planteamiento no me pareció del todo descabellado, decía que el bebé se inmuniza en el canal de parto, con las propias bacterias de la madre y al salir por cesárea las primeras bacterias con las entraba en contacto el bebé, eran las del aire del hospital y eso me lleva a mi punto inicial, la alimentación de las madres, si nos alimentamos mal, esa flora bacteriana no será la apropiada para inmunizar a nuestros hijos, a esto súmale el tabaco y la contaminación ambiental. Que mi hijo respire el aire del entorno hospitalario es casi lo que menos me preocupa, se supone que debe ser un entorno estéril, pero ¿qué hacemos con el familiar fumador que viene a ver a nuestro pequeño recién nacido por parto natural o por cesárea? ¿Qué hacemos con los agentes químicos y la contaminación ambiental a los que estamos expuestos desde que nacemos? Está claro que no podemos controlar lo que haga el resto del mundo, pero podemos empezar por casa, si cada uno se encarga de su parcelita de planeta que le corresponde, al final conseguiremos un lugar mejor para vivir.

Eso de que un hijo te cambia la vida es tan cierto como que pierdes tu identidad, pasas a llamarte "la mamá de ..." Hola, soy Marta, la mamá de Adrián y he creado este blog para otras mamás que como yo están aprendiendo sobre la marcha. Los niños vienen sin manual de instrucciones, por eso quiero reunir aquí las claves que a mi me funcionan con mi hijo y que tal vez a ti te puedan servir, me encantaría conocer tu opinión y que juntas podamos hacer un manual de instrucciones para ser mamá.
Mostrando entradas con la etiqueta buenos hábitos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta buenos hábitos. Mostrar todas las entradas
jueves, 3 de julio de 2014
Generación "sin"
lunes, 23 de junio de 2014
Mamá pastelera
Somos unas artistas, capaces de convertir ese pedacito de gente que nos dan en el hospital en auténticas obras de arte.
Es como si hiciéramos galletas, hay que dar con la mezcla correcta de ingredientes para que la masa tenga el sabor, textura y consistencia adecuados. Necesitamos aportarle mucha dulzura, pero con una buena harina que les de fuerza, sin pasarnos en la mantequilla para que no se desmoronen, cuando tenemos la masa a punto, hay que darle forma y aplicar ese calorcito del hogar que hacen que nuestras galletas sean maravillosas.
Pero, no siempre resulta fácil dar con las proporciones correctas, si hicieramos galletas podríamos tirar la masa y empezar otra vez, pero con un hijo no, con los hijos tenemos que seguir amasando y tratar de equilibrar la mezcla. Es un experimento constante, cada día estamos expuestos a que se nos estropee la masa, bien porque nos pasamos con algún ingrediente o bien porque algún factor externo nos la contamina, por eso no podemos bajar la guardia en ningún momento, tenemos que asegurarnos de mantener limpia la zona de trabajo, de filtrar el aire que nos entra por la ventana, de vigilar quien entra en nuestra cocina, un día hay que amasar con la mano derecha, otro día con la izquierda, otros días con las dos manos, también hay que dejar reposar la masa para que pueda crecer como los buenos panes.
Ufffff puede ser agotador este trabajo, pero es tan gratificante ver el fruto de nuestro esfuerzo. ¡Me encanta ser pastelera!
Ahora os dejo, me voy a desayunar un bizcochito que se acaba de despertar.
Etiquetas:
amor,
buenos hábitos,
comprensión,
conducta,
consecuencias,
crianza,
disciplina,
educación,
Madres,
madurez,
manual de instrucciones,
pasteles,
Profesiones,
refuerzo positivo,
repostería creativa,
valores
Suscribirse a:
Entradas (Atom)