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lunes, 23 de junio de 2014

Mamá pastelera


Todas las mamás somos pasteleras, tenemos el horno más perfecto que existe y de nuestro ser salen los más ricos bizcochitos jamás imaginados.
Somos unas artistas, capaces de convertir ese pedacito de gente que nos dan en el hospital en auténticas obras de arte. 
Es como si hiciéramos galletas, hay que dar con la mezcla correcta de ingredientes para que la masa tenga el sabor, textura y consistencia adecuados. Necesitamos aportarle mucha dulzura, pero con una buena harina que les de fuerza, sin pasarnos en la mantequilla para que no se desmoronen, cuando tenemos la masa a punto, hay que darle forma y aplicar ese calorcito del hogar que hacen que nuestras galletas sean maravillosas.
Pero, no siempre resulta fácil dar con las proporciones correctas, si hicieramos galletas podríamos tirar la masa y empezar otra vez, pero con un hijo no, con los hijos tenemos que seguir amasando y tratar de equilibrar la mezcla. Es un experimento constante, cada día estamos expuestos a que se nos estropee la masa, bien porque nos pasamos con algún ingrediente o bien porque algún factor externo nos la contamina, por eso no podemos bajar la guardia en ningún momento, tenemos que asegurarnos de mantener limpia la zona de trabajo, de filtrar el aire que nos entra por la ventana, de vigilar quien entra en nuestra cocina, un día hay que amasar con la mano derecha, otro día con la izquierda, otros días con las dos manos, también hay que dejar reposar la masa para que pueda crecer como los buenos panes.
Ufffff puede ser agotador este trabajo, pero es tan gratificante ver el fruto de nuestro esfuerzo. ¡Me encanta ser pastelera! 
Ahora os dejo, me voy a desayunar un bizcochito que se acaba de despertar.
      
                                                    

viernes, 20 de junio de 2014

¡Gracias profe!


Que difícil es ese momento de elegir el colegio para nuestros hijos, cuantas dudas, cuantas opciones... Fuimos a todas las jornadas de puertas abiertas, hablamos con los directores de los colegios que nos gustaban, hay tantas cosas a tener en cuenta que me parecía un proceso súper complicado. 
Afortunadamente nos tocó el colegio seleccionado, pero aún así tenía claro que el colegio es sólo una parte, lo más importante, sobretodo en esta etapa, es la profe y más vale que sea buena porque son tres años los que pasan los niños con ellas.
Cuando empezó el curso pasado (primero de infantil), alguien me preguntó quien era la profe de mi hijo y cuando le dije el nombre, su respuesta fue contundente, me dijo: "piensa que te ha tocado la lotería", y la verdad es que tenía razón, ha sido una gran suerte. Ya está terminando el segundo año de mi niño en infantil, aún le queda uno mas con ella y no puedo decir más que ¡GRACIAS!.
Es verdad que la labor del colegio y de l@s profes es la formación académica de nuestros hijos, pero la humanidad, la cercanía y la empatía son cualidades que se agradecen enormemente cuando se trata de la persona que pasa tantas horas diarias con nuestros niños.
Va para ella todo nuestro respeto como familia y nuestro agradecimiento por todo lo que le aporta a la educación integral y no sólo académica de nuestro tesoro más preciado.
Para celebrarlo, hemos hecho unas galletitas y Adrián le ha escrito una carta:





Además, como va siendo costumbre desde la guardería, hemos preparado otras galletitas para los compañeros. En esta ocasión como el proyecto del último trimestre era de piratas, hemos hecho piratas personalizados, con su pelito y los colores de sus equipos de fútbol en el pañuelo, por supuesto.

  


Feliz verano para todos y el próximo curso esta aventura continuará.